El escudo protector es uno de los elementos más importante de nuestra puerta pero desgraciadamente hasta ahora no se lo ha considerado cómo se merece
El escudo es la pieza encargada de proteger el bombín contra ataques vandálicos como la extracción, la torsión y el taladrado.
La mayoría de cerraduras están equipados de origen con escudos muy poco seguros por lo tanto podemos afirmar que la gran parte de las puertas están desprotegidas y son susceptibles de ser abiertas de forma rápida, fácil y poco ruidosa. Estos escudos acostumbran a ser huecos y sin protecciones antitaladros, así que son fácilmente extraíbles con unos alicates o con un taladro de batería
Un buen escudo debe ser macizo, fabricado con material altamente resistentes como acero cimentado o manganeso, incorporar elementos de protección adicional contra el taladrado como pasadores y bolas y sujetado con tornillos endurecidos, a poder ser con 4 si la cerradura lo permite.
Existe una versión con protección magnética para evitar ataques técnicos como la ganzúa, el bumping, la impresión, además de protegernos contra sabotaje con silicona o pegamento. Además podremos conseguir la función de control de acceso ya que si disponemos de personal de servicio podremos entregar la llave de la cerradura principal pero no la del escudo, conseguiremos de esta forma si dejamos abierto el escudo podrá acceder pero si lo cerramos no le daremos acceso
Cerraduras perfil europeo comunes: Tesa, Ezcurra, Ucem,…
Cerraduras especiales varias: Sidese, Arcu Perfil Suizo, Ezcurra,…
Adicionalmente el escudo puede estar equipado con una alarma que se activará en caso de ser manipulado y por lo tanto antes de que los ladrones puedan acceder, conseguiremos así la detección anticipada del robo.
Dispone de:
– Led luminoso exterior disuasorio
– Alarma con sirena inalámbrica de 90 DB
– Electrónica oculta debajo de la maneta
Sin cuotas